Ya sea dentro o fuera de casa, la calidad del aire que respiramos puede tener un gran impacto en nuestra salud. Muchos estudios han relacionado la mala calidad del aire exterior con el cáncer de pulmón, los accidentes cerebrovasculares y las enfermedades cardíacas. De hecho, la contaminación del aire causa 3,3 millones de muertes en todo el mundo cada año, según la Escuela de Salud Pública de Harvard (EE.UU.).
Sin embargo, aunque nos sorprenda saberlo, el aire dentro de nuestro hogar generalmente está más contaminado que el aire de afuera. Además, tenemos que considerar que normalmente uno pasa más tiempo en casa que en exteriores.
Entre las razones del porqué nuestras casas suelen tener un aire más contaminado señalan a los materiales de construcción, los muebles y la electrónica, que liberan contaminantes de manera más o menos continua. Otras fuentes de contaminación, como limpiar, fumar o cambiar sábanas, toallas o alfombras, etc. pueden liberar contaminantes de manera intermitente. Los dispositivos no ventilados o que funcionan mal pueden liberar niveles potencialmente peligrosos de contaminantes en el interior del hogar (por eso es importante tener un detector de monóxido de carbono que funcione, por ejemplo).
Y si piensas que rociar el ambiente con una spray o pulverizador perfumado es suficiente para limpiar el aire, piénsalo nuevamente. Ese olor es una forma de contaminación del aire interior, y la mayoría de los ambientadores simplemente liberan más químicos potencialmente dañinos en el hogar.
Por ello, para tener un aire más saludable en nuestra casa, recomendamos:
Abrir la ventanas
Es lo más simple, y más barato, que podemos hacer para mejorar la calidad del aire de nuestra casa. Simplemente con abrir las ventanas por 5 minutos al día, aliviaremos la acumulación de contaminantes dañinos en el aire. Hacerlo en invierno, nos podría costar un poco más, pero merece la pena. Tu salud te lo agradecerá.
Decorar con plantas de interior
Esto puede ayudar a mejorar la calidad del aire que circula al interior de la casa. Por ejemplo, las plantas de araña (Chlorophytum comosum) son eficaces para reducir el benceno, el formaldehído, el monoxido de carbono y el xileno.
Optar por difusores de aceites esenciales
Algunos aceites esenciales como el aceite de árbol de té, tienen propiedades antibacterianas y pueden agregarse a limpiadores caseros o incluso aplicarse tópicamente en la piel para tratar un pequeño corte. Pero lo más importante es que estos aceites pueden reducir las bacterias en el aire. Aceites esenciales como el eucalipto, el clavo y el romero también han demostrado que ayudan a reducir la cantidad de ácaros de polvo en casa.
Mantener a tus mascotas limpias
La caspa de las mascotas, las células de la piel de tu gato, perro, hurón... se encuentra en casi todas partes en un hogar de mascotas. Incluso más que la piel de una mascota, la caspa puede hacer que desarrolle síntomas similares al asma o exacerbar su asma si ya existe.
Otras recomendaciones más sería limpiar con productos químicos no tóxicos, usar un purificador de aire, deshacerse del moho, ventilar los muebles nuevos, etc.
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