Una piel radiante



Todos buscamos vernos bien, además de saludables. Y nuestra piel, ciertamente, demanda de ciertos cuidados para mostrarse en su mejor estado.





Una de la mejores maneras de cuidarla, y la más obvia y efectiva, es a través de la alimentación, además de las cremas cosméticas y, claro, la genética.


Beber suficiente agua para mantener nuestro hidratado es bastante recomendable, nos ayudará a eliminar las toxinas y se reflejará en nuestra piel.


Además, dormir las 8 horas recomendadas por los expertos, realizar una actividad física moderada de forma regular y seguir una dieta equilibrada, entre los cuales te mencionaremos algunos que no pueden faltar:


Los cítricos; ricos en vitamina C, que es considerada un potente antioxidante que interviene en la formación de colágeno, necesaria para que la piel mantenga su firmeza y elasticidad. También puedes obtener la vitaminca C de los pimientos, la col y el kiwi.





Zanahorias; contribuyen a reducir la flacidez y las arrugas. Dato extra; consumirlas antes de exponerte al sol, contribuirá a un bronceado más uniforme y duradero, y porque tienen propiedades fotoprotectoras, aunque esto nada tiene que ver con dejar de usar cremas para protegerse del sol.






Tomates; Se trata del alimento con la mayor concentración de licopeno, sobre todo en el caso de los tomates maduros. El licopeno protege a las células frente a los daños derivados de la acción de los radicales libres, y se considera que también ejercia una acción preventiva contra el desarrollo de ciertas patologías, como el cáncer de próstata y las enfermedades cardiovasculares. Como dato extra, estas ventajas se consiguen especialmente si el tomate se consume cocinado, porque así se asimila mejor el licopeno.





Frutos rojos; fresas, frambuesas, moras, arándanos... Los frutos rojos contienen vitaminca C y flavanoides, lo que les confiere propiedades antioxidantes, que evitan la destrucción celular y el envejecimiento prematuro. Consejo; para evitar que se estropeen y pierdan nutrientes, debes protegerlas de las fuentes de luz y calor, lavarlas enteras en agua fría y trocearlas justo antes de su consumo.





Aceite de oliva y verduras de hoja verde; tanto el aceite de oliva como las acelgas, espincas, escarola, etc. gracias a su contenido en vitamina E, protegen a las células frente al extrés oxidativo. Consejo; para aprovechar al máximo las propiedades de las verduras, lo ideal es cocinarlas con poca agua y durante el menor tiempo posible.





Frutos secos; nueces, pistachos, almendas, avellanas... también contienen vitamina E y reducen la oxidación celular. Las nueces, además, son ricas en cobre, que actúa como antinflamatorio. Consejo; son un excelente tentempié para recuperar fuerzas y además los puedes incluir en tus guisos o añadir a tus ensaladas. 





Carne y huevos; te aportarán proteínas - que frenan la pérdida del tono muscular y el descolgamiento de la piel del rostro-, vitamina B6 y selenio, que evita que la piel envejezca prematuramente y previene algunas de las alteraciones más comunes, como manchas o falta de elasticidad. Consejo; lo ideal es comer las canes asadas o a la plancha para que conserven todos los nutrientes y se aprecie mejor su sabor.


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